Hay diversas especies de insectos que llamamos, en general, Cochinillas, Cócidos, Caspillas, Conchuelas, Chanchitos, etc.
Se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de distintos colores y consistencias, según la especie de que se trate.
La cochinilla, es una plaga común que chupa la savia con una capa cerosa que ataca tanto a plantas ornamentales como a plantas de interior. Provoca malformaciones de la hoja y el tallo.
Son insectos chupadores que se adhieren a las hojas y extraen gran cantidad de savia de la planta. El exceso de savia consumido lo expulsan cayendo sobre las hojas de la planta, las cuales quedan brillantes y pringosas.
Sobre esta superficie viscosa evoluciona un hongo llamado negrilla que tiende a cubrir un manto fino negro la superficie de las hojas. Cuando detectes una planta dañada, aléjala del resto para evitar que la plaga se propague.
MOSCA BLANCA
La mosca blanca es una enfermedad o plaga que afecta a las plantas, derivada de la aparición de unas pequeñas moscas de color blanco.
La mosca blanca se desarrolla en lugares con un nivel de humedad elevado. Son moscas pequeñas de color blanco difíciles de apreciar a simple vista sobre la planta, ya que suelen situarse en el envés (cara inferior) de las hojas. Se alimentan de la savia, lo que hará que la enredadera se debilite, y generan una sustancia pegajosa. Además de marchitar la planta, sobre los excrementos que dejan las moscas aparecerá un hongo, la negrilla, que la ensuciará dejándola con un aspecto negruzco.
Una forma de comprobar si la planta contiene mosca blanca es sacudir suavemente la hoja o prestar especial atención durante el riego, momento en el que las moscas se acercan a la planta.
En cuanto veamos moscas blancas tendremos que actuar para erradicarlas: Trataremos la enredadera con un insecticida específico contra esta plaga. Es importante utilizar un buen producto y aplicar siempre la dosis indicada por el fabricante. A la hora de pulverizaremos el insecticida sobre el envés de las hojas donde anidan las moscas blancas.
La mosca blanca es una plaga resistente y difícil de erradicar, ya que produce muchas larvas, así que tendremos que repetir el tratamiento una vez a la semana hasta que haya desaparecido completamente.
La Galerucella, no representa un peligro para los humanos y se deja capturar sin inmutarse. Sin embargo y debido a la capacidad de volar de los adultos, su presencia por decenas o cientos en el las fachadas de las comunidades y su acceso a través de las ventanas al interior de los hogares resulta muy molesta.
Además, los daños en los olmos son muy visibles, llegando con frecuencia a dejarlos sin hojas (señalar que tanto las larvas como los adultos se alimentan de éstas) y si las defoliaciones se repiten durante varios años seguidos, los árboles quedan debilitados a expensas de insectos perforadores o transmisores de hongos.
Todo lo anterior, justifica la necesidad de controlar a este insecto que en los últimos años ha ido provocando cada vez más problemas.
La identificación del adulto es sencilla. Es un escarabajo de 5-7 milímetros de color amarillo verdoso con bandas oscuras longitudinales. Las larvas, después de nacer, tienen tonalidades amarillentas con dos franjas transversales de puntos negros.
PICUDO ROJO
El picudo rojo o
Rhynchophorus ferrugineus, es un escarabajo originario del Asia tropical, que se ha extendido a numerosos países ajenos a su área de distribución natural debido al transporte antrópico, es la enésima muestra de los graves peligros que aúnan el descontrol comercial que existe entre los distintos países, las grandes compañías y las multinacionales, con las modernas posibilidades del transporte de mercancías en cuanto a volumen y rapidez de trasiego se refiere.
El insecto pertenece al orden de los coleópteros (escarabajos) y a la familia de los curculiónidos (gorgojos). Su gran tamaño, entre dos y cinco centímetros, y color rojizo ferruginoso lo hacen inconfundible. La larva perfora galerías de más de un metro de longitud en los troncos. Sus plantas hospedantes son el cocotero (Cocos nucifera) y otras palmeras, en especial las del género Phoenix y la palmera de Guinea (Elaeis guineensis). Cuando se ven afectadas por la plaga, sufren amarilleamiento y marchitamiento, pudiendo llegar a producirse la muerte del pie afectado. El control de esta plaga es complicado y por el momento, a falta de método seguro, acaba con la eliminación de los pies afectados y los que se sospecha pudieran estarlo.